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Diferencias entre el lenguaje escrito y el oral

Distinta articulación del pensamiento entre las dos formas de expresión

Autor: Top Rank Pros (fuentes)

(*) Suele ser habitual tratar las diferentes realizaciones del sistema lingüístico indistintamente, ya que coinciden en la finalidad comunicativa y la función de estructuración o articulación de pensamiento. Pero es necesario precisar la idiosincracia de cada realización. 
 
Tanto la realización oral como la escrita adoptan multitud de formas diversas según la intención, el destinatario y el contexto. Las tipologías de realizaciones orales y escritas del lenguaje son interminables. Pero hay que destacar las diferencias entre ambos lenguajes considerados diferentes subcódigos.
 
El lenguaje oral, considerado socialmente, tiene unas particularidades de ser universal, ya que cualquier ser humano desarrollado en una sociedad y sin minusvalía puede utilizarlo. Las sociedades sin escritura tienen un conjunto de textos orales que se conservan por medio de rituales en la memoria de la colectividad. Los orígenes de todas las literaturas han sido orales y estas manifestaciones perduran incluso en nuestra sociedad: romances, letras de canciones, adivinanzas, dichos,…
 
El lenguaje escrito no es universal y aparece después del lenguaje oral, como una especie de segundo código. La aparición de la escritura ha ocasionado un gran impacto en la sociedad, ya que ha permitido fijar la memoria, y en consecuencia, el documento escrito con toda su valoración social, superior al pacto oral, han ocasionado unas estructuras sociales diferentes, especializadas en la producción de cierto tipo de textos: contratos, leyes, registros, informes, memorias, etc.
 
Todo esto ha influido también en un cambio en la manera de pensar, ya que la escritura ha posibilitado el crecimiento de la abstracción, al facilitar la reflexión y la interpretación. 
 
Desde el punto de vista de la comunicación, las diferencias entre lenguajes son motivadas principalmente por las características del destinatario, el contexto y la intención.
 
En la comunicación oral, el destinatario suele estar presente, con interacciones entre emisor y receptor, compartiendo el mismo lugar, y además suelen tener un conocimiento compartido del mundo. En consecuencia, muchas cosas se dan por sabidas y las funciones del lenguaje más usadas son la emotiva, la conativa y la fática. Las marcas formales más relevantes son la utilización frecuente de la primera y segunda persona. En el lenguaje oral es de gran importancia el sonido: la entonación, el timbre y el tono, pero también los códigos gesticulares, la apariencia física, etc. Estos soportes no los tiene la lengua escrita, que ha de encontrar otros recursos para hacerse su estilo.
 
En cambio en la comunicación escrita el contexto y el destinatario se han de suponer, a imaginación del que escribe, aspecto que conlleva complicaciones y que hace desarrollar ciertas estrategias relacionadas con el concepto de empatía. El lenguaje no puede dar palabras por conocidas, ha de ser explícito y utilizar más la tercera persona. 
 
El lenguaje escrito y el oral están interconectados, tanto en su comprensión como en su realización. 

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