Autor: Top Rank Pros (fuentes)
Un buen esquema debe tener las cualidades de una chuleta, que recoge en el menor espacio del folio posible el máximo de ideas, clasificadas y relacionadas en grupos, de manera que refleje comprensión y memorización del texto aprendido. Si el esquema o chuleta es de una pregunta o bloque de preguntas relativas a un tema, se llama parcial o específico porque recoge todas las ideas de la pregunta clasificadas, relacionadas y matizadas. Pero si se refiere a un tema o lección del programa, se dice que es general o globalizador, en este caso recoge solamente las ideas más importantes de las preguntas de cada tema.
Hacer esquemas con las cualidades indicadas no es fácil de conseguir, ya que supone poner en juego una secuenciación de habilidades y procesos cognitivos que requieren alta concentración. Además, para poder clasificar y diferenciar las ideas de un texto es necesario captarlas antes con claridad mediante la técnica de las síntesis mental y subrayada. Por consiguiente, el esquema es una supersíntesis creativa, personal e integradora de las ideas o conceptos de una pregunta o tema. En opinión de algunos expertos en la materia, un esquema de calidad “recoge de forma estructurada y lógica el texto previamente subrayado y establece lazos de dependencia entre las ideas principales, las secundarias, los detalles y las puntualizaciones” (SALAS, M. – 1990). Un esquema estará bien realizado cuando “recoja las ideas de un texto de forma ordenada, estructurada e interconectada para facilitar la comprensión, repaso y memorización” (HERNÁNDEZ, F. Y MODÉJAR, F. – 1987) Es decir, debe “dar una visión de conjunto reconstruyendo el armazón o esqueleto del texto”. (PÉREZ AVELLANEDA, M. – 1989).
Tener el hábito de hacer esquemas a la hora de estudiar proporciona una serie de ventajas, expuestos a continuación:
Estimula y facilita la comprensión activa, significativa e integradora de los textos a estudiar. De modo que se relacionan los conceptos o ideas a nivel de párrafos en una pregunta, de preguntas a nivel de temas y de temas a nivel de asignatura. Los esquemas permiten establecer conexiones de un curso a otro en la misma asignatura, e incluso, entre otras asignaturas afines u otras fuentes de información multimedia.
Es el mejor soporte de la memoria y retención de los contenidos de una pregunta o tema. Al hacer los esquemas y memorizarlos se logra una retención que permanece y dura a corto, medio y largo plazo. El tiempo invertido en la elaboración de esquemas se recupera con creces en los repasos y con notas brillantes en los exámenes. Además deja un poso cultural de la materia estudiada para siempre.
Ayuda a repasar y preparar los exámenes con mucha seguridad, sin caer en la ansiedad o angustia. Aunque los programas se carguen de contenidos a medida que avanza el curso, no se pierde el control ante los exámenes porque ayudan a asimilar e integrar los contenidos de manera asertiva, coherente y racional.
Desarrolla tanto la capacidad de análisis como de síntesis. La capacidad de análisis porque se diferencia las ideas principales de las secundarias y detalles. La capacidad de síntesis o integración porque relaciona los conceptos de forma coherente y jerarquizada presentando una visión integrada e interrelacionada del tema o pregunta.
Da sentido al estudio y produce satisfacción la costumbre de estudiar mediante esquemas. Es una satisfacción parecida a la de entender y encontrar solución a un problema teórico o práctico. Descubrir esta satisfacción interior, tener la seguridad de no suspender los exámenes, unido al premio de notas buenas, es la piedra filosofal que sustenta la motivación y autoestima del estudiante con futuro. En definitiva, se descubre el gusto por el estudio para toda la vida.
Conviene tener en cuenta unas pautas o consejos a la hora de hacer esquemas. Se trata de adquirir una serie de habilidades o destrezas intelectuales que son innatas, en potencia, al cerebro humano, pero que se desarrollan con práctica o entreno. Como en el deporte, la táctica del esquema estimula habilidades mentales muy importantes para el estudio con el entrenamiento constante. Los beneficios que acompañan a esta práctica no se hacen esperar en la mejora de las notas y el rendimiento académico en general. Es decir, se ganan los partidos de los exámenes, como en el deporte.
El título de la pregunta o tema a la que se refiere el esquema no puede faltar nunca. Hay que evitar tanto el título ampuloso o ambiguo, que no se sabe exactamente a qué se refiere, como el telegráfico que cueste mucho entenderlo. Debe ser breve y preciso, pero que recoja con claridad y resalte la idea maestra o central del tema o pregunta, según se trate de un el esquema general o parcial.
Un buen esquema ha de impactar visualmente, de manera que de un golpe de vista se capten las ideas principales, secundarias, detalles… que hacen más fácil la memorización. Para lo que es aconsejable emplear el menor espacio posible y una escenificación plástica equilibrada y armónica. Es conveniente no pasarse de una cara de folio o cuartilla, siempre que sea posible, porque favorece la memoria visual. La distribución en el espacio del folio debe respetar amplios márgenes para notas o posibles aclaraciones posteriores, en especial el margen izquierdo.
La comunicación de las ideas de un texto en forma de esquema ha de cuidarse en dos aspectos: el estilo literario y la estructuración jerárquica. El estilo al expresar las ideas será directo y claro, con frases cortas, claras y personales, que reflejen comprensión significativa. Respecto a la estructuración jerárquica, el esquema debe clasificar y agrupar las ideas en bloques afines: puntos importantes, secundarios, detalles, matices, etc. Para lo cual se utilizarán números, letras, asteriscos, guiones, etc. que dan lugar a distintos modelos de esquemas.
Los esquemas parciales, referentes a las preguntas o partes de un tema, deberán archivarse en el cuaderno de trabajo de la asignatura correspondiente, entre los apuntes de clase, la redacción explicativa del esquema y los ejercicios o cuestiones prácticos referentes a sus contenidos. Los esquemas generales, o globales de todo un tema, se archivan en el mismo cuaderno de trabajo de la temática, pero al principio, o bien, al final del tema. Es importante tener un sistema de archivar los esquemas que evite la pérdida o el extravío de este material precioso para futuras ocasiones.
Para terminar con esta serie de consejos prácticos, a tener en cuenta en la elaboración de los esquemas, hay que hacer hincapié una vez más que las síntesis mental, subrayada y anotaciones en clave son el punto de partida y la base para elaborar esquemas de calidad. Por tanto, si el esquema es la continuación y superación de las síntesis, tienen que estar en perfecta sintonía y coherencia las síntesis y el esquema resultante.
Hay varias formas de conseguir las cualidades características de un esquema, que determinan modelos diferentes. Es bueno conocerlos teóricamente para después saber adaptarlos selectivamente a las distintas asignaturas, temas, preguntas… y a las cualidades personales, e incluso, al estilo preferencial de los profesores. Todos los modelos son válidos, pero tienen ventajas e inconvenientes, que hay que saber valorar a la hora de decidirse, por uno o por otro, en cada circunstancia. Las características intelectuales de cada persona hacen que se identifique con uno u otro modelo, pero es la práctica con afán de superación de cada día, que da flexibilidad para adaptarse a cada pregunta, tema o profesores.
El esquema ‘de llaves’ -con sus variantes de sangrado y de barras- es el más conocido, sencillo y usado. Es, también, el primero que se aprende en la escuela. Por medio de llaves, espacios o barras, respectivamente, desglosa las principales ideas con sus divisiones y subdivisiones. Es muy gráfico y útil para preguntas o temas sencillos, con carga de contenidos memorísticos y pocas ideas diferentes. Sirve para asignaturas, temas o preguntas con altos contenidos memorísticos de datos y fechas concretos y poco razonamiento lógico. Por eso que es de gran utilidad, e incluso suficiente para superar los programas, en los ciclos de iniciales de estudio. El principal inconveniente de este modelo radica en que acumula la información a la derecha del folio y deja espacios vacíos a la izquierda. Por tanto, no aprovecha bien el espacio, e incluso, se vuelve confuso en textos con muchos contenidos teóricos, que exigen niveles de comprensión abstracta.
El esquema ‘estructurado simbólico’ -con sus variantes de números, letras o mixto- logra la clasificación y agrupación lógica de las ideas del tema o pregunta mediante los símbolos números -romanos y arábigos- y letras -mayúsculas y minúsculas- según su importancia. Las ventajas e inconvenientes son muy similares en las variantes numérica y gráfica, de este modelo estructurado simbólico. Las ventajas son: la precisión en hacer divisiones y subdivisiones, aprovechan muy bien el espacio del folio y son muy útiles para temas y trabajos de alta exigencia lógica y científica. Sin embargo, son monótonos y engorrosos en su aplicación, excesivamente meticulosos y requieren mucha atención y tiempo para mantener su lógica estructural.
El esquema ‘numérico simplificado’ o codificado es, en mi opinión, el modelo más universal, práctico y exportable hacia los otros modelos. Evita los inconvenientes de los anteriores y aglutina las ventajas. Utiliza sólo códigos numéricos -romanos y arábigos- para clasificar, agrupar y conectar las ideas, conceptos, datos, etc. del tema o pregunta. Sus características y ventajas teóricas presentadas en forma esquemática, de acuerdo con el propio modelo, son las siguientes:
Elementos y características
1 Números
* Romanos
– Para la idea o bloques de ideas más importantes.
* Arábigos
– Para las ideas de segundo orden dentro de cada bloque.
2 Asteriscos
* Para las ideas de tercer orden, relacionadas con las de segundo
3 Guiones o puntos
– Para los ejemplos, notas, detalles, etc.
Ventajas
Este modelo de esquema continúa de manera natural, como un peldaño más al de llaves, aprendido en la educación primaria y básica. Por otra parte, supera e incluye a la vez al modelo de llaves, ya que en los puntos importantes del modelo numérico codificado que vaya bien, se puede utilizar el de llaves como complementario. Se logra así una simbiosis muy práctica y útil entre ambos modelos. Es un modelo, que si alcanza la calidad que corresponde y se hace de modo habitual, sirve para cualquier nivel de estudio. También es el modelo práctico para tomar apuntes en las conferencias y/o clases. Igualmente, cuando se domina su técnica permite el acceso fácil y natural a otros modelos más cualificados, creativos y personalizados, como los que siguen.
El esquema tipo ‘mapa conceptual’ u organigrama relaciona entre sí los conceptos de un tema o bloque de temas de manera secuenciada e interrelacionada. Utiliza para ello recuadros para resaltar los conceptos, y flechas con frases que explicitan la conexión entre ellos. Es un modelo que se adapta muy bien para globalizar un tema o varios temas afines con contenidos conceptuales diversos, y a la vez relacionados. Exige niveles cualificados de concentración, abstracción e integración y se presta a la creatividad, con el riesgo de caer en interpretaciones subjetivas, parciales o incompletas. Por todo ello, conviene habituarse al numérico codificado para descubrir de manera natural y autodidacta el tipo de mapa conceptual.
El esquema tipo ‘cuadro sinóptico’ o sinopsis utiliza la tabla estadística de doble entrada para recoger la información y contenidos de un tema, o bloque de temas afines, de manera estructurada y contrastada. Exige niveles de madurez cualificada en concentración, abstracción e integración, incluso más que el modelo de mapa conceptual. Y por tanto, es conveniente haber practicado antes con modelos más asequibles para descubrir por uno mismo este modelo de esquematizar.
Consideraciones finales
Es importante estudiar haciendo esquemas, gráficos o chuletas para asegurar buenos resultados.
Es una técnica necesaria para el estudio con garantías de cualquier disciplina, tema o pregunta. Tanto para las letras como para las ciencias y matemáticas. Esta metodología activa sirve también para resolver problemas y está en sintonía con el método de resolución de problemas.
La técnica del esquema se fundamenta sobre la síntesis mental con recuadros o anotaciones clave y el análisis subrayado. Y sirve para la definitiva asimilación del texto objeto de estudio con la redacción como autoevaluación y para los repasos.
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